22/1/09

Comunicacion Interna. Una experiencia minera

Este post fue publicado en abblog.net y me pareció muy interesante su descripción.
Aquí va.

Nunca se está totalmente aislado.
Hace apenas unas semanas el equipo de AB Comunicaciones tuvo una experiencia profesional increíble.
A 150 kilómetros de la población más cercana, un grupo de personas trabaja en una mina. Están allí 7 días, otros a veces 20. Por ese lapso de tiempo están separados de sus familias que viven en el pueblo a un centenar de kilómetros de distancia. Pueblos creados como lo hiciera el ferrocarril a su paso y como también luego las empresas petroleras, que en muchos casos hoy son grandes ciudades.
En el medio de la nada el centenar de trabajadores, se dedica a su trabajo, convive con otros pares, jefes, personas con educación primaria, secundaría y en algunos casos universitaria.
El lugar de trabajo no está desconectado del mundo. Hay Direct TV –televisión por satélite-, sala de juegos, comedor comunitario con menú gourmet y cabañas con las prestaciones básicas pero suficientes para su propósito.
En este marco, la experiencia profesional que arrojó el trabajo realizado fue increíble.
No estoy hablando de una empresa donde sus empleados llegan a las ocho o nueve de la mañana y a las dieciocho horas regresan a su casa, hacen catarsis con sus familias y se distraen yendo a comer a un restorán, al cine o simplemente jugando con sus hijos. Son personas que viven por una semana o a veces más, lejos de sus seres queridos y que muchas veces sienten esa nostalgia del contacto fraterno, o de la mirada cómplice de la pareja, del silencio del espacio propio que ayuda a huir del ruido estresante de la rutina diaria.
Trabajar en estos escenarios, escuchar las historias, problemas y deseos de estas personas, nos sirvió para reflexionar sobre la importancia de la comunicación interna como generadora de valor de pertenencia. No me refiero a las simples herramientas mediatizadoras de mensajes, sino a las estrategias que llevan a que en estas situaciones el personal no sienta que está allí, en esas circunstancias, solo por el dinero para "parar la olla en su hogar", sino que lo que hace es una tarea importante, no rutinaria, y productiva. Que la lejanía de sus seres queridos tiene un plus de valor. ¿Qué cosa puede sino motivar a esas personas hacer lo que hacen, a estar donde están?

Fuente: abblog.net (el blog de comunicación interna de ab comunicaciones)

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